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La increible historia de amor de Ariana

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La increible historia de amor de Ariana

Ariana es un chica cordobesa de 26 años. Hace unos días recibimos una carta suya contándonos su historia con Telerosa y hemos querido compartirla con vosotros porque realmente es un cuento de nuestro tiempo con varios giros y final ….

Nos cuenta que hace unos 6 meses entró en una tienda de repuestos de automóvil a comprar un espejo de su coche que acababa de romper y quedó prendada del dependiente que le atendió.

Durante las semanas siguientes en repetidas ocasiones sintió la necesidad de pasear por las calles de Córdoba haciendo coincidir su recorrido con el escaparate de la tienda de repuestos, incluso algunos días consiguió verlo, otros le pareció. El caso es que había algo en ese hombre que la iluminaba con sólo pensar en él, pero era incapaz de hacer nada para que lo supiera.

Una de esas tardes al volver a casa navegando por la red, encontró un anuncio de “Telerosa Floristerías a Domicilio” y se le iluminó la bombilla. Tras revisar las múltiples opciones con rosas disponibles decidió enviarle una rosa eterna azul con una pequeña carta; se puso manos a la obra en www.telerosa.com y llegado el momento de poner el nombre del destinatario cayó en la cuenta de que no sabía cómo se llamaba, pero Ariana no se iba a dar por vencida tan fácilmente y decide poner: “Dependiente rubio, ojos claros”. Ahora necesitaba la dirección. Recordó que tenía la factura del espejo y la buscó para poner los datos de la tienda; “Qué suerte” abajo también ponía: Le atendió: Sr. Martín. Así que modificó su destinatario y puso “Sr. Martín, dependiente rubio de ojos claros”.

En el espacio del mensaje puso: Envío por correo electrónico texto para esta rosa. Y así lo hizo; recibimos su pedido y después un correo electrónico con el asunto: mensaje para el pedido nº xxx.

Al día siguiente un repartidor entregó en la tienda de repuestos una rosa eterna azul con una carta para el Sr. Martín, nuestro dependiente rubio de ojos claros. Casi se le caen los pantalones de la sorpresa al tal Martín y el cachondeo entre los compañeros fue monumental, más aún cuando abre la carta y lee…

[message_box title=»La carta de Ariana» color=»red»]

“Hola Martín, soy Ariana. Tú no me conoces, pero hace algún tiempo estuve en tu tienda comprando un repuesto para mi coche y me atendiste tú. Yo tampoco te conozco y por tanto no sé si estás casado o tienes pareja, pero en cualquier caso lo último que deseo es causarte ningún problema con esta rosa que únicamente te mando para decirte que me quedé prendada de ti y que desde aquel día no dejo de recordar cada detalle de los 5 minutos que estuve en tu tienda.

Realmente me pareciste un chico extraordinario y simpático que por alguna razón extraña me hace sentir algo que hasta ahora jamás había sentido.

Te hablo con esta sinceridad porque tú no me conoces, ni por desgracia me podrás conocer. Evidentemente mi nombre no es Ariana y yo no volveré a contactar contigo, pero quería que supieras lo feliz que me hace tu sola presencia incluso en el recuerdo.

Fdo. Ariana. “[/message_box]

Varios días después recibimos en Telerosa una llamada de un chico que decía llamarse Martín y que le habíamos enviado una rosa eterna azul firmada por Ariana. Rogaba e imploraba que por favor le diéramos un correo electrónico, un teléfono o algo para contactar con la persona que le había enviado su rosa. Por desgracia eso es imposible, en Telerosa jamás y bajo ningún concepto podemos facilitar datos de nuestros clientes o receptores, sin embargo la operadora que le atendió se acordó del servicio “Respuesta anónima” de Telerosa; ¿Respuesta anónima? preguntó Martín. Sí, le explico: verá nosotros no podemos darle ningún dato, sin embargo, si usted quiere lo que puede hacer es responderle enviándole otras rosas a esa persona con el mensaje o la carta que usted desee.

El proceso en este caso sería que usted hace el pedido del regalo que quiera enviarle, su mensaje, etc. y en cuanto a los datos del destinatario nos pone: para cliente del pedido nº xxx. El número de pedido lo puede usted ver grabado en la propia rosa en la pegatina donde pone su nombre y en el sobre lacrado bajo el mensaje también.

Una vez recibido su pedido, buscaremos los datos que podamos tener de la persona que hizo el primer regalo y trataremos de contactar con ella indicándole que tenemos unas rosas para ella de alguien que nos ha facilitado sus datos y que necesitamos que nos indique una dirección y fecha donde quiera recibirlas. Tampoco en este caso a ella le vamos a facilitar ningún dato de usted, ya es cuenta suya lo que le quiera decir en el mensaje y si se quiere identificar o no.

En el 99% de los casos conseguimos que acepten recibir esas rosas y usted recibirá un sms en su móvil en el momento en que sean entregadas. Si se diera el caso de que no hay forma de contactar con dicha persona o se niega a recibir las rosas, nos pondríamos en contacto con usted, le informaríamos de la incidencia y le devolvemos el dinero de su pedido. Eso es el servicio “Respuesta anónima de Telerosa”

Martín quedó encantado con tan fantástico servicio y quedó en pensar que le iba a mandar y decir en su respuesta. Días después hizo su pedido; Telerosa contactó con Ariana y le dijo que teníamos unas rosas para ella. La sorpresa fue casi de shock, a Ariana le faltó poco para colgarnos el teléfono, pero después de explicarle cómo funciona el servicio “respuesta anónima” y asegurarle que de ninguna forma le facilitaríamos a nadie ningún dato de ella, aceptó en darnos su verdadero nombre y una dirección de entrega para sus rosas.

En el horario convenido le entregamos su ramo de rosas amarillas junto a una carta que decía:

[message_box title=»La carta de Sr. Martín, dependiente rubio ojos claros» color=»red»]

“Hola Ariana, o como te llames. Soy Martín el chico de la tienda de repuestos y gracias al genial servicio “respuesta anónima de Telerosa” puedo contactar contigo para darte las gracias por la bonita rosa que me enviaste y decirte que hiciste que me sintiera como en una nube aquel día en que recibí tu rosa y tu carta. Yo no te conozco, no sé cómo eres y hasta tengo un cierto miedo a no sentir lo mismo que tú si algún día llegamos a conocernos de verdad.

Soy un poco tímido en cuestión de amores y lo cierto es que no tengo pareja, pero puesto que tú fuiste la primera creo que no debo quedarme atrás y como mínimo darte las gracias por hacerme feliz ese día e incluso varios días más. Jamás había recibido rosas de nadie y no podía imaginar la extraordinaria sensación que causan, ahora comprendo porqué a las mujeres les gustan tanto.

Al final he decidido enviarte unas rosas amarillas como símbolo de la amistad que me gustaría que pudiéramos llegar a tener, espero que te guste el color. Ya te digo que como no te conozco no puedo saber cuál es tu color favorito y el rojo me pareció demasiado fuerte para empezar, así que elegí el amarillo que simboliza la amistad.

Por otro lado veo que nos va a costar mucho dar el paso de llegar a conocernos y creo que aunque te diera mi teléfono no me llamarías, así que se me ha ocurrido crearme una cuenta nueva de Messenger que es xxxxxxxx y te pediría que tú te crearas otra cuenta diferente de la que tengas y que el próximo sábado entre las 18 y 19 horas me enviaras una invitación para poder hablar directamente, conservando nuestro anonimato. Creo que puede merecer la pena conocernos un poco y luego ya decidiremos si damos otro pasito más.

El sábado siguiente a que recibas tus rosas, que yo lo sabré porque Telerosa me envía un SMS confirmando cuando te las han entregado, estaré desde el mediodía con este Messenger abierto esperando tu invitación, por favor no me dejes esperando.

Fdo.: Alfredo Martín (el mío sí es auténtico) “[/message_box]

La semana pasada por fin nos decidimos a vernos en persona y desde entonces estamos como dos tortolitos. La verdad es que es una preciosa historia de amor prendida por Telerosa, muchas gracias por vuestro estupendo trabajo en nombre de Alfred y Ariana.

Nota: Ningún nombre es verdadero para preservar la identidad de nuestros clientes, como no podría ser de otra manera.

Nota 2: Si tienes una bonita historia con Telerosa nos gustaría que nos la envíes para compartirla con otras personas y animarles a no tirar nunca la toalla en cuestiones del corazón.

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