En esta entrada queremos mostrar unas pinceladas sobre cómo actuar cuando se produce la muerte de alguien y la forma en que podemos dar el pésame a sus familiares o amigos de manera correcta.
Si se trata de una persona cercana, un compromiso profesional o te encuentras lejos y las circunstancias no te permiten acompañarles en el duelo, es muy apropiado enviar una corona funeraria o arreglo floral de funeral con un texto breve y cariñoso: “Con cariño, tus compañeros de trabajo”.
Generalmente nunca es fácil dar el pésame debido a que el sentimiento de dolor siempre está presente en ambas partes, para hacerlo bien es necesario tener en cuenta una serie de detalles que enumeramos a continuación:
-Hay que prestar toda nuestra atención a la persona a quien nos dirigimos, mirarle a los ojos, ponerse frente a ella de forma tranquila y relajada, sin cruzar los brazos ni sentirse tenso ni nervioso debido a la situación, apagar el teléfono móvil y mantener los brazos y las manos a la vista totalmente relajados mostrando toda nuestra atención hacia la persona a quien dirigimos nuestras palabras, las cuales hemos de pronunciarlas con calma mostrando franqueza.
-Hemos de ser sinceros mostrando nuestro interés y aflicción por la pérdida con frases sencillas y directas como que “sientes mucho la pérdida”, diciéndolo despacio y pausado, sin prisa, poniéndote en su lugar trasladándole el hecho de que estás muy apenado ante la dificultad de ponerte en su lugar, dado lo duro del momento.
-Un ramo de flores de funeral con un mensaje de condolencias en el que expresar tus respetos siempre es bien recibido por los familiares del difunto, ellos lo agradecerán mucho en ese triste momento y no lo olvidarán.
-Si tenías mucha confianza con el difunto y el momento es propicio para ello, puedes rememorar historias o anécdotas de manera gráfica, que demuestren el grado de cariño que compartías con el difunto y con las personas de su entorno, por ejemplo haciendo referencia a lo buen cocinero que era y lo buenos que estaban sus platos, siempre que la persona a quien das el pésame esté dispuesta a hablar de ello.
-Si la relación con la persona es meramente profesional o de amistad informal, tan sólo acércate y estrecha su mano o dale un ligero abrazo si notas facilidad para ello, intentando evitar que se sienta incómodo o con falta de confianza o cercanía hacia ti, no pases el límite.
-Si percibes que la persona tiene necesidad de hablar, escúchalo sin interrumpir, mírale con atención de forma relajada y ponle un brazo alrededor o sobre el suyo para mostrarle tu apoyo, déjale que termine su intervención y habla sólo si notas que él lo requiere.
-No emplees frases típicas como que “todo se pondrá bien con el paso del tiempo”, pues la persona afligida percibe que sus sentimientos no son importantes o son pasajeros, mientras ella está sufriendo. Es preferible decir lo que sientes en lugar de emplear frases hechas, dile que reconoces lo terrible de la situación.
-No hables de ti mismo, como mucho puedes decirle, “también yo perdí a mi madre”, si quieres podemos hablar de esto, pero no lo refieras si no notas interés, parecerá que estás más preocupado por tu pérdida que por la de él. No sabes cómo se siente la persona en ese momento y no has de comparar tu experiencia con la de él.
-Si conoces bien a la persona dale un abrazo o ponle un brazo sobre su hombro para mostrarle tu apoyo, siempre asegurándote que la persona se muestra dispuesta a ello pues hay veces que nos mostramos vulnerables y no queremos que nadie se acerque a nosotros en estos momentos, hay que tener mucha vista y sensibilidad.
-Averigua si hay algo que puedas hacer por él para ayudar en esos momentos tan difíciles, pero algo que realmente estés dispuesto a hacer y que por supuesto puedas hacerlo, como algún trámite, quedarte con sus hijos unas horas, encargarte de alguna necesidad urgente o cualquier otra cosa que veas que puede necesitar y puedas tú realizar.