Cuando Clara acudió a nuestra web para realizar un pedido, tenía claro que quería mandarle un ramo de flores a su novio, tecleó rápidamente los datos del formulario de envío, nombre del destinatario, domicilio (su lugar de trabajo, pensó que así causaría más sorpresa y el impacto que ella deseaba), y al llegar a apartado de: “mensaje al destinatario”, paró en seco, no acertaba a resumir en pocas palabras todo el cúmulo de pensamientos, sensaciones, recuerdos y deseos que quería expresar.

Clara no enviaba un ramo de flores para celebrar un aniversario, no era el cumpleaños de su chico y no era habitual en ella enviarle flores, por eso precisamente pensó en hacerlo, quería aprovechar el efecto de lo inesperado para nacerle reflexionar sobre cómo ella sentía que se estaba deteriorando su relación.

Al no decidirse por ningún mensaje de los muchos que venían a su mente, optó por llamar a una de nuestras operadoras, que debido a su experiencia en estos y otros casos supo ayudarla a escoger las frases más idóneas para dar forma a lo que Clara quería transmitir a su novio.

A veces, o casi siempre, elegir las palabras certeras es lo fundamental que tienen que acompañar al gesto del envío de flores para que cause el efecto deseado.

Clara no sentía la ilusión de los primeros meses de su noviazgo, aquellos en los que su novio la hacía sentir tan especial. Ya no veía emoción en los ojos de él cuando la miraba, no había apenas besos, caricias y nada de pasión.

Clara estaba dándose cuenta cómo su relación se apagaba, perdida entre tareas cotidianas, rutinas laborales y fines de semana sin interés para ninguno de los dos.

Pero se daba cuenta que todavía estaba a tiempo de reaccionar, su amor estaba todavía ahí, aunque aletargado, y todo lo que habían vivido tan bonito no podía tirarse por la borda.

Ella había reaccionado, pero ¿y él? ¿cómo hacerle entender que debía prestar más atención a los detalles, dedicarle tiempo, escucharla con interés, y mostrarse feliz de estar a su lado?

Él la quería, pero se dejaba llevar por las exigencias del trabajo, y se olvidaba de cuidar lo que de verdad importa: aquellos que te quieren.

Las flores que ella quería enviar querían hacerle reaccionar, no quería que pareciera un ultimátum, pero sí que las cosas estaban en una situación en la que él tenía que cambiar y poner remedio al enfriamiento de la relación.

Sabía que lo chocante del regalo de flores haría que él se lo tomara en serio, sin que, por otra parte, se pudiera enfadar porque ¿a quién no le va a gustar recibir flores de la persona a la que quieres?

Clara lo consiguió. Muchas veces en Telerosa participamos ilusionados de la historia que hay detrás de cada envío de flores, pero no siempre tenemos la fortuna de conocer el resultado.

En este caso si fue así, ya que a las pocas horas de recibir nuestro ramo de flores, Carlos, el novio de Clara contactó con nosotros y no para hacer una reclamación, sino para encargar otro envío floral más grande aún que el que recibió, y con un mensaje que no dejaba lugar a dudas que había comprendido lo que Clara quería expresarle.

Fue una gran alegría para todo el equipo de Telerosa que, aunque llevamos años enlazando parejas, siempre vivimos estos casos con gran emoción.

El repartidor nuestro nos contó que la reacción de Carlos fue de estupor, a pesar de que nuestros repartidores actúan con máxima discreción y tacto, no pareció demasiado contento al principio, pero sin duda provocó en él una reflexión muy interesante que dio el mejor fruto.

Ahora estamos ansiosos porque pase un poco de tiempo para ver si alguno de los dos le manda flores al otro, ese es el verdadero éxito de Telerosa, mucho más que flores a domicilio.

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